2 de marzo de 2016

Orgullo de campeón

Satisfacción, honra, pundonor. Orgullo. Eso es lo que sintió anoche hasta el último atlético en el confin más remoto cuando los guerreros del Cholo saltaron al campo. Y lo hicieron para destrozar a una Real Sociedad que salió como el que sabe que va a ser devorado por una manada de lobos salvajes. Porque eso es en lo que ha convertido Simeone a sus hombres. En unas auténticas bestias con un hambre insaciable que acechan en grupo a su presa hasta agotarla y devorar sus entrañas. Pero antes del festín, el Vicente Calderón coreó a los suyos por la enésima conquista del Bernabéu. Porque ya no hay minuto que valga. Porque como decía "el Sabio" el fútbol es presente. Ganar, ganar y ganar. Y el verdadero hincha vive del día a día y del partido a partido. Por eso ahora todos los colchoneros llevan la cabeza bien alta mientras que a los madridistas no les queda otra que humillar sin tener clavo ardiendo al que aferrarse ni lugar donde esconderse. Porque ya todo el mundo sabe quién manda en la capital. Ya todo el mundo sabe que el Atleti es emblema de Madrid.


El Cholo Simeone ha forjado un equipo a hierro y fuego. Ha levantado un muro granítico impenetrable y lo ha hecho desde sus cimientos. Fortaleciendo la defensa, la presión y el físico. Así es como el Cholo ha conseguido transformar a una de las plantillas más jóvenes del campeonato en una falange futbolística inexpugnable. Porque once goles encajados en 27 partidos es un récord histórico de imbatibilidad que asombra a propios y extraños. Pero que por encima de todo, asusta e intimida sobremanera a los rivales, que son muy conscientes de la extrema dificultad de marcarle un gol a este Atlético invulnerable. Algo contra lo que poco pueden hacer más allá de estrellarse una y otra vez en su armazón defensivo. Ése es el gran logro de Simeone y ahí radica la fuerza de su bloque. Ésa es su obra maestra y su mayor mérito: coger un grupo que antes de su llegada era un auténtico desastre para convertirlo defensivamente en el mejor equipo del mundo.



Ayer el Atleti goleó casi por inercia a la Real Sociedad dándole un soberano repaso y demostró que peleará la Liga hasta el final. Porque este equipo nunca tira la toalla y eso es algo para enorgullecerse. Porque este equipo jamás se rinde y siempre lo intenta. De ninguna manera y bajo ningún pretexto se encoge ante la dificultad. En vez de eso se crece ante la adversidad hasta el punto de convertir un desafío extremo en una simple rutina. Para hacer de cada gesta un acto natural al que se saben y se sienten obligados por su afición y sus colores. Porque más allá de los títulos, del ganar o perder, por encima del éxito o del fracaso, ante todo está el esfuerzo, la lucha y el compromiso. Porque estos futbolistas sí transmiten de verdad una pasión y un sentimiento. Porque este grupo tiene alma guerrera. Porque este equipo tiene orgullo de campeón.

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