Krusty el Marqués

Apreciados indi@s cholistas según parece, ayer la todopoderosa Eslovaquia le pintó la cara a la cada vez más esperpéntica Selección "Nacional". Nótese que pongo el término nacional entrecomillado porque entiendo que hace tiempo que dejó de ser la selección de todos los españoles para convertirse en el juguete de algunos pocos interesados. Y que para nada transmite ese sentimiento de pertenencia que vuestro humilde servidor tanto echa de menos de un tiempo a esta parte. También digo, sin afirmar en ningún caso, que al parecer fue el enésimo ridículo del equipo dirigido por el Marqués Del Bosque, quien curiosamente guarda un parecido razonable con el conocido payaso de la popular serie animada de "Los Simpson".

La razón por la que no puedo explicar de forma rotunda y precisa nada de lo sucedido ayer es que no veo ningún partido ni resumen de la Selección. Ni tengo intención de volver a hacerlo hasta que no vuelva a ser libre y competitiva. Digna de ser admirada por todos para el orgullo de los que amamos este maravilloso deporte que es el fútbol. Y siendo conocedor de los oscuros intereses y corruptelas que la rodean, puede que esta decisión personal perdure en el tiempo.

En el minuto 44 de la primera parte del primer partido de la fase de grupos de la Selección en el pasado Mundial de Brasil frente a Holanda, cuando el delantero holandés Robin van Persie marcó el gol del empate a uno, apagué el televisor y eso fue lo último que vi del combinado nacional. No pude soportar ni un minuto más. Para alguien que por encima del resultado, del ganar o perder, valora el compromiso, el esfuerzo y la honestidad por los colores del emblema de una gran nación fue muy decepcionante.

En ese momento pude constatar que ya no jugaban los que mejor estaban o los que más lo merecían; que no había espíritu de equipo ni sacrificio colectivo; que algunos estaban en el once por los compromisos adquiridos del señor Marqués; que la Selección estaba corrompida y contaminada, carente de garra, ideas y sistema; débil, desamparada... Perdida. Y cuando un perro viejo intuye el sufrimiento que se le aproxima, huye de él haciendo caso omiso al corazón y atendiendo a lo que la experiencia y la razón le dictamina.

El grandioso, mítico y siempre eterno Sabio de Hortaleza; el entrañable y cada día que pasa más añorado Don Luís Aragonés; el Hombre que reconocía decir más veces "vete a tomar por el culo" que "buenos días"; el Valiente que se enfrentó a todos y

a todo para ser fiel a una idea y transmitir una serie de valores y principios inquebrantables; el Maestro que nos hizo ver y comprender que podíamos ser los mejores y ganar y ganar y volver a ganar si se aunaban esfuerzos y se remaba en la misma dirección; el Ídolo que consiguió que dejáramos de ser el hazmerreir y la cenicienta para convertirnos en temibles y respetados campeones; el Genio que maravilló al mundo entero cuando alcanzó la perfección futbolística en la Eurocopa del 2008... Luís Aragonés, quién sinó, nos enseñó el camino y sentó las bases de lo que debía ser nuestra Selección Nacional. El gran Luís Aragonés construyó desde los cimientos, con su gran talento y maestría, un estilo de fútbol que podía haberse perpetuado en el trono mundial durante décadas. El más "sabio entre los sabios" hizo todo eso y sobre todo lo hizo con su enorme corazón... Y lamentablemente para desgracia de muchos, estos sinvergüenzas se lo han cargado.